La Federación de Asociaciones de SOS Racismo del estado español quiere hacer llegar su opinión ante las declaraciones de algunos líderes políticos en el marco del debate en el Senado de la reforma de la ley de Extranjería.
Las declaraciones del Partido Popular por parte del Sr. Gonzálvez proponiendo un cambio de nombre, son una muestra más de la xenofobia que acompaña todas las declaraciones de este partido en su análisis de la política de inmigración. El PP sabe de sobra que la ley de extranjería ya es de por si una restricción de derechos y una lista de deberes añadidos a la población inmigrante. A pesar de ello pretende mostrar su “mano dura” contra la inmigración cambiando el nombre de “derechos y libertades” por “derechos y obligaciones”, lo que representa profundizar en la estigmatización de la población inmigrada y la consolidación de un modelo de apartheid jurídico en el que se apuesta por no reconocer como ciudadanos a una parte de la población, cuestionando el hecho de que toda persona tiene inherentemente unos derechos y unas libertades.
Al mismo tiempo, declarar en una intervención en el Senado que los inmigrantes irregulares son delincuentes es una afirmación más a las que ya nos tiene acostumbrados el Partido Popular, proclamando así su racismo más explícito. A pesar de ello, no podemos dejar pasar afirmaciones de este tipo, más viendo la situación en Italia donde Berlusconi ha equiparado la irregularidad a delito. En el Estado español, las personas que se encuentran en situación irregular cometen una falta administrativa. No son delincuentes sino víctimas del marco legal de extranjería y no deberían ser tratados como tal, aunque lamentablemente se hace continuamente. Afirmaciones como estas promueven la criminalización de la población inmigrante y atizan el fuego de la xenofobia, el racismo y la crispación social.
No es menos preocupante la actuación de los partidos que han votado a favor de esta ley. El PSOE que, en un ejemplo mayúsculo de cinismo, intenta encubrir como garantías y avances de los derechos el aumento del período de retención en los CIES y las limitaciones al reagrupamiento familiar. Y Convergència i Unió, que acepta la vulneración de los Derechos Humanos en nombre del consenso político.
La próxima reforma no solo conllevará un retroceso claro en derechos de las personas inmigradas sino que viene acompañada de unos discursos claramente xenófobos en el peor de los casos y de pura demagogia. Desde SOS Racismo nos preguntamos donde está el discurso alternativo y responsable.
13 de noviembre del 2009
Federación de Asociaciones de SOS Racismo del Estado español
Las declaraciones del Partido Popular por parte del Sr. Gonzálvez proponiendo un cambio de nombre, son una muestra más de la xenofobia que acompaña todas las declaraciones de este partido en su análisis de la política de inmigración. El PP sabe de sobra que la ley de extranjería ya es de por si una restricción de derechos y una lista de deberes añadidos a la población inmigrante. A pesar de ello pretende mostrar su “mano dura” contra la inmigración cambiando el nombre de “derechos y libertades” por “derechos y obligaciones”, lo que representa profundizar en la estigmatización de la población inmigrada y la consolidación de un modelo de apartheid jurídico en el que se apuesta por no reconocer como ciudadanos a una parte de la población, cuestionando el hecho de que toda persona tiene inherentemente unos derechos y unas libertades.
Al mismo tiempo, declarar en una intervención en el Senado que los inmigrantes irregulares son delincuentes es una afirmación más a las que ya nos tiene acostumbrados el Partido Popular, proclamando así su racismo más explícito. A pesar de ello, no podemos dejar pasar afirmaciones de este tipo, más viendo la situación en Italia donde Berlusconi ha equiparado la irregularidad a delito. En el Estado español, las personas que se encuentran en situación irregular cometen una falta administrativa. No son delincuentes sino víctimas del marco legal de extranjería y no deberían ser tratados como tal, aunque lamentablemente se hace continuamente. Afirmaciones como estas promueven la criminalización de la población inmigrante y atizan el fuego de la xenofobia, el racismo y la crispación social.
No es menos preocupante la actuación de los partidos que han votado a favor de esta ley. El PSOE que, en un ejemplo mayúsculo de cinismo, intenta encubrir como garantías y avances de los derechos el aumento del período de retención en los CIES y las limitaciones al reagrupamiento familiar. Y Convergència i Unió, que acepta la vulneración de los Derechos Humanos en nombre del consenso político.
La próxima reforma no solo conllevará un retroceso claro en derechos de las personas inmigradas sino que viene acompañada de unos discursos claramente xenófobos en el peor de los casos y de pura demagogia. Desde SOS Racismo nos preguntamos donde está el discurso alternativo y responsable.
13 de noviembre del 2009
Federación de Asociaciones de SOS Racismo del Estado español