Entrevista extraída de Junior Report | Laura Cuesta
El 25 de mayo de 2020, George Floyd fue detenido por la policía en la ciudad de Minneapolis (Minnesota) después de que un trabajador de una tienda lo acusara de pagar con un billete falso. Cuatro agentes de policía se trasladaron al lugar y uno de ellos, Derek Chauvin, tiró a Floyd al suelo y decidió aplastar su rodilla contra el cuello del detenido.
Floyd, esposado y sin poder moverse, repitió varias veces que se estaba quedando sin aire: “I can’t breath” [No puedo respirar]. Sin embargo, Chauvin no dejó de presionar su rodilla durante más de 9 minutos, lo que acabó causando la muerte de Floyd por asfixia. Toda la escena quedó grabada por varias personas que estaban allí.
El vídeo donde se podía ver a Floyd tirado en el suelo se viralizó rápidamente en redes sociales y causó una gran indignación. Los días posteriores al asesinato se organizaron protestas masivas en Estados Unidos y otros países para pedir el fin del racismo y el fin de la violencia policial contra las personas negras.
George Perry Floyd Jr. tenía 46 años, era padre de cinco hijos y tenía dos nietos. Trabajaba como conductor de camiones y guardia de seguridad. Sus familiares y amigos lo recuerdan como un hombre amable, siempre dispuesto a ayudar a los demás. El agente Derek Chauvin fue arrestado, llevado a juicio y finalmente declarado culpable de asesinato.
¿Qué impacto tuvo el asesinato de George Floyd en la visibilización del racismo y la violencia policial? (Haz clic en la imagen para ir al audio respuesta).

¿Qué es el movimiento Black Lives Matter?
Black Lives Matter [Las vidas de los negros importan] es un movimiento político y social que lucha contra el racismo, la discriminación y la desigualdad que sufren las personas negras. El movimiento surgió en 2013 en redes sociales tras la absolución de George Zimmerman, un hombre que mató a tiros a Trayvon Martin, un adolescente negro.
Una de las principales preocupaciones del movimiento es la brutalidad policial que sufren las personas negras, especialmente en Estados Unidos. A lo largo de la historia, los negros han sido tratados de manera desigual por la policía, enfrentando más detenciones y violencia, y en muchos casos, muertes injustificadas.
Según los últimos datos de la ONG Mapping Police Violence, las personas negras tienen 2,8 veces más probabilidades de ser asesinadas por la policía que las personas blancas en Estados Unidos. Los datos confirman lo que activistas y organizaciones sociales llevan años denunciando: que el racismo sigue presente también en las prácticas policiales.
Aunque Black Lives Matter empezó en 2013, fue tras el asesinato de George Floyd en 2020 cuando el movimiento empezó a tener más repercusión internacional. Se estima que entre 15 y 26 millones de personas participaron en las protestas que se organizaron en Estados Unidos las semanas posteriores a su muerte.
¿De qué manera te afecta esta noticia?
El asesinato de George Floyd es uno de los que más repercusión ha tenido en los últimos años. Sin embargo, no es un caso aislado. Su nombre se suma a una larga lista de personas negras que han perdido la vida a manos de la policía en EE.UU. en circunstancias similares: sin representar una amenaza real (no iba armado) y por el simple hecho de su color de piel.
Además, el tema de la violencia policial sigue siendo de máxima actualidad en Estados Unidos. El Departamento de Justicia del país ha decidido recientemente cancelar varias investigaciones que se habían iniciado contra departamentos de policía en distintas ciudades, como Minneapolis y Louisville.
Estas investigaciones empezaron durante la administración de Joe Biden, en respuesta a las múltiples denuncias por brutalidad policial y violaciones de derechos civiles. Su objetivo era supervisar el comportamiento de los agentes para evitar que se cometieran abusos contra los ciudadanos. Ahora el gobierno de Donald Trump ha decidido detenerlas.
En el quinto aniversario de la muerte de George Floyd, esta noticia es una oportunidad para aprender más sobre el racismo, una realidad que afecta a millones de personas y que es un problema estructural. Esto quiere decir que está presente en las instituciones y en el funcionamiento de la sociedad misma, muchas veces de forma invisible o normalizada.