La Federación Estatal de asociaciones de SOS Racismo ante las últimas declaraciones del Fiscal General del Estado quiere dejar constancia de:
La irresponsabilidad del Fiscal General del Estado al comentar algunos datos sobre delincuencia e inmigración en la Comisión de Justicia del Congreso sobrepasa cualquier límite tolerable. Escudado en una torcida objetividad, no ha hecho sino hacer pública una posición –que, por desgracia, coincide con la que ya han manifestado miembros del Gobierno– que tergiversa los hechos gravemente, propiciando un clima de enfrentamiento hacia la población inmigrante, creando alarma social y fomentando el racismo social.
Ha dicho en concreto el Fiscal General “que el 3% de la población de extranjeros en España genera el 33% de la población reclusa”. Añade el Fiscal que no pretende culpar a la inmigración, pero que “los políticos deben sacar consecuencias”.
Aparte de la confusión consciente entre extranjero e inmigrante, es increíble que se alteren los datos con tanta impunidad y más por el representante de una institución como la Fiscalía:
- En primer lugar, sépase que entre los reclusos se encuentra un buen número de personas pertenecientes a mafias internacionales –no inmigrantes en España- que recorren distintos países con extorsiones y otros delitos, de los que los inmigrantes son, en muchas ocasiones, las víctimas directas.
- En segundo lugar, dentro de la población reclusa, hay un número importante de personas que está privado de libertad por carecer de “papeles”, no por comisión de otros delitos. Desde hace tiempo se recluye en prisión a inmigrantes irregulares, por el solo hecho de serlo, lo que, sin duda, acrecienta la población detenida.
- En tercer lugar, son menos las libertades provisonales que se conceden a inmigrantes por dos elementales razones: porque, al no tener, en muchos casos, domicilio estable, no se concede la libertad; y porque el menor poder adquisivo impide, en otros, el pago de fianzas.
El hecho de que el Fiscal General, a preguntas de algún diputado no supiese distinguir el número de condenados y preventivos, no es sino una prueba más de la falta de coherencia de las cifras que, tan solemnemente, expone y que refuerzan el discurso de vincular inmigración con delincuencia.
Todos los datos, que no son subjetivos, sí permiten dar una señal exacta de la situación: como la de saber que el continuado fracaso de las leyes y la política de extranjería no ha hecho sino aumentar las bolsas de miseria y aumentar el número de personas en situación de marginalidad que son especialmente vulnerables ante las redes de delincuencia organizada.
El Fiscal General del Estado, con sus palabras, no merece el puesto que tiene, sus opiniones deberían ir acorde con la responsabilidad institucional que representa. SOS Racismo quiere mostrar su indignación por ellas y, sobre todo, denunciarlas, dejando constancia de la irresponsabilidad a la que puede llegar un alto cargo, que debería ser cesado, aunque sólo se diese para ello esta razón.
Federación de Asociaciones de SOS Racismo del Estado Español
20 noviembre 2002
