La entrada Sis anys de presó i dotze d’inhabilitació per als mossos del Bages se publicó primero en SOS Racisme.

[Comunicado]

Sólo un cambio radical puede combatir el racismo dentro de los cuerpos policiales

 
Esta mañana hemos presentado ante el juzgado de instrucción 5 de Manresa el desistimiento de la rueda de reconocimiento de los seis agentes de Mossos d’Esquadra investigados por el caso de violencia y policial racista en el Bages.
Los motivos que nos hicieron tomar esta decisión son varios. El más importante es que deseamos preservar la integridad y la salud de la persona agredida. Consideramos que es una gran carga tener que identificar a sus propios agresores dos años después de los hechos, además bajo una presión excesiva, con una rueda que intencionalmente se viene arrastrando desde hace demasiado tiempo y que se ha suspendido en menos de 24h tras un nuevo recurso interpuesto por los Mossos.
Por otra parte, creemos que la rueda de reconocimiento no contribuirá a un mayor esclarecimiento ni de los hechos ni de los autores, ya que los agentes están debidamente identificados. Hay que recordar que este procedimiento fue solicitado por la acusación particular en febrero de 2019, cuando únicamente se disponía del audio grabado.
En aquel momento, no se tenía constancia de quiénes eran los agentes que habían participado y tampoco qué acciones habían llevado a cabo cada uno de ellos. Ese escenario ya no es el mismo, pues en julio de 2020, tras haberse filtrado el audio de la agresión, tres mandos de Mossos d’Esquadra identificaron, sin ningún lugar a dudas, no solo qué agentes intervinieron, sino qué hizo cada uno de ellos durante la agresión. Por tanto, el propósito de la rueda, que es identificar a los agentes agresores, ya está solventado.
Teniendo en cuenta de que es el propio cuerpo de Mossos d’Esquadra quien organiza la rueda, asumimos que utilizarán todas las herramientas posibles para dificultar el reconocimiento, ya que la estrategia de la defensa se basa en el silencio y en la dilatación del procedimiento hasta agotar todos los recursos posibles.
Ante esta situación, denunciamos nuevamente el encubrimiento y entorpecimiento de la investigación por parte de los cuerpos policiales y los políticos responsables que desde un inicio tuvieron conocimiento de los hechos y se han negado a suspender a los investigados, que siguen ejerciendo sus funciones hasta el día de hoy, pese a las pruebas evidentes y la gravedad de las acusaciones.
Denunciamos también la situación de indefensión en que el racismo institucional, que estructura las instituciones policiales y el sistema judicial, sitúa a las personas que exigen justicia.
Finalmente, exigimos el reconocimiento institucional de la existencia del racismo dentro de los cuerpos policiales, pero también exigimos un cambio radical en el propio funcionamiento del sistema, para que los innumerables casos de violencia policial racista no continúen siendo prácticas normalizadas y legitimadas por las instituciones.

Foto portada:

Creador KRASNYI BCN
Drets d’autor: CC BY-NC-SA

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La entrada Només un canvi radical pot combatre el racisme dins dels cossos policials se publicó primero en SOS Racisme.

• reflecteix l’ànim de la defensa de dilatar el procediment, encara que per a això hagin de basar-se en arguments tan absurds com il·lògics, com és exigir que una persona hagi de reconèixer als seus presumptes agressors sense veure’ls la cara;
• té el clar propòsit de provocar un cansament innecessari per a la persona agredida, desestabilitzar-la i augmentar encara més el seu nivell d’estrès a fi d’entorpir el reconeixement dels acusats, quan realment ja estan identificats. Aquest mecanisme desatén per complet les necessitats de les persones agredides enfront dels agressors.
• convé recordar que no és un cas aïllat i és molt representatiu de totes les barreres a les quals s’enfronten les persones que sofreixen el racisme institucional en aquest país: a més d’agredides, han de bregar amb un sistema judicial que directament o indirectament protegeix els agressors, mentre que silencia i ignora les conseqüències que per a elles té el procés penal;

No podem continuar permetent que l’aparell judicial sigui part del racisme institucional. Exigim justícia per a aquest cas i per a tots els altres centenars de denúncies que hem rebut en els últims 20 anys (571).
Contra els abusos policials. Prou racisme institucional i policial.

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[castellano]

Desde SOS Racisme creemos que este recurso de apelación,

• refleja el ánimo de la defensa de dilatar el procedimiento, aunque para ello tengan que basarse en argumentos tan absurdos como ilógicos, como es exigir que una persona tenga que reconocer a sus presuntos agresores sin verles la cara;
• tiene el claro propósito de provocar un cansancio innecesario para la persona agredida, desestabilizarla y aumentar todavía más su nivel de estrés a fin de entorpecer el reconocimiento de los acusados, cuando realmente ya están identificados. Este mecanismo desatiende por completo las necesidades de las personas agredidas frente a los agresores.
• conviene recordar que no es un caso aislado y es muy representativo de todas las barreras a las que se enfrentan las personas que sufren el racismo institucional en este país: además de agredidas, tienen que lidiar con un sistema judicial que directa o indirectamente protege a los agresores, mientras que silencia e ignora las consecuencias que para ellas tiene el proceso penal;

No podemos seguir permitiendo que el aparato judicial sea parte del racismo institucional. Exigimos justicia para este caso y para todos los otros centenares de denuncias que hemos recibido en los últimos 20 años (571).

La entrada [Actualització] Suspesa la roda de reconeixement als Mossos d’Esquadra investigats per una agressió racista se publicó primero en SOS Racisme.

• la roda de reconeixement és la diligència final, dins de les diverses que s’han practicat al llarg de la recerca, que compta amb elements de prova suficients per a dirigir una acusació formal contra els agents investigats;
• després de la publicació de l’àudio en mitjans, tres càrrecs dels Mossos d’Esquadra van identificar les veus dels agents, de manera que sabem quins agents van participar de forma més activa en les agressions i quins van consentir que es produïssin;
• independentment del resultat de la roda de reconeixement, en cap circumstància es pot responsabilitzar a la persona agredida, exigint que més de dos anys després de l’agressió hagi d’identificar als agressors;
• el més rellevant i el que està en evidència és que els agressors ja estan identificats, i la roda pot servir per a reafirmar el que ja sabem;

De tots els casos rebuts pel Servei d’Atenció i Denúncia de SOS Racisme (SAiD) en 20 anys, només 4 policies han estat condemnats per la via penal, encara que en cap cas s’ha reconegut la seva motivació racista. Esperem que amb proves tan evidents, aquest cas no caigui en la impunitat, com els altres 567 casos rebuts pel SAiD des de 1999.

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[castellano]
El próximo jueves (28),  10h, en el Juzgado de Manresa, se hará la rueda de reconocimiento de los seis agentes de l’Àrea de Recursos Operatius (ARRO) investigados por presuntos delitos contra la integridad moral, torturas y lesiones con una motivación racista, cometidos contra un joven de 20 años el 19 de enero de 2019 en Sant Feliu de Sassera (Bages).
Los abogados de la defensa recurrieron la decisión judicial, alegando que los agentes deberían realizar la rueda con la cara cubierta. Sin embargo, el lunes 25 de enero, el juzgado desestimó el recurso interpuesto, confirmando que la rueda debe llevarse a cabo a cara descubierta, puesto que los agentes se quitaron la braga, durante la intervención, que duró más de una hora.
Como muestra de apoyo y solidaridad, la plataforma antiracista de Manresa ha convocado a las 9h30 una concentración delante de los Juzgados de Manresa, con la presencia de familiares y amigos de la persona agredida.
Desde SOS Racisme, creemos que:
● la rueda de reconocimiento es la diligencia final, dentro de las varias que se han practicado a lo largo de la investigación, que cuenta con elementos de prueba suficientes para dirigir una acusación formal contra los agentes investigados;
● tras la publicación del audio en medios, tres cargos de los Mossos d’Esquadra identificaron las voces de los agentes, de manera que sabemos que agentes participaron de forma más activa en las agresiones y quienes consintieron que se produjeran;
● independientemente del resultado de la rueda de reconocimiento, en ninguna circunstancia se puede responsabilizar a la personas agredida, exigiendo que más de dos años después de la agresión tenga que identificar a sus agresores;
● lo más relevante y lo que está en evidencia es que los agresores ya están identificados, y la rueda puede servir para reafirmar lo que ya sabemos.
De todos los casos recibidos por el Servicio de Atención y Denuncia de SOS Racisme (SAiD) en 20 años, apenas 4 policías fueron condenados por la vía penal, aunque en ningún caso se reconoció su motivación racista. Esperamos que con pruebas tan evidentes, este caso no caiga en la impunidad, como los otros 567 casos recibidos por el SAiD desde 1999.
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La entrada Els agents identificats per una agressió racista es sotmetran a una roda de reconeixement se publicó primero en SOS Racisme.

 
[castellano]

Los seis mossos investigados por una agresión racista en el Bages solicitan que se les practique la rueda de reconocimiento con la cara cubierta

 
Tras la denuncia interpuesta en febrero de 2019 por un joven contra seis antidisturbios de la unidad ARRO de Manresa, por presuntos delitos contra la integridad moral, torturas y lesiones con una motivación racista, se inició un procedimiento para investigar a los agentes que continúa abierto .
Desde el comienzo, los agentes se han negado a colaborar, acogiéndose a su derecho a no declarar y recorriendo algunas de las diligencias practicadas, alegando errores procesales. La última de ellas fue la práctica de la rueda de reconocimiento, llegando a interponer un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Barcelona que recientemente ha sido desestimado, confirmando que la rueda de reconocimiento debe ser practicada.
En fecha 9 de diciembre de 2020, se ha dictado una Providencia por el Juzgado de Instrucción número 5 de Manresa, señalando la fecha de la rueda para el próximo 28 de enero de 2021. Nuevamente, los abogados de la defensa han recurrido la decisión judicial alegando que los agentes deben realizar la rueda de reconocimiento con la cara cubierta, ya que el denunciante, en su primera declaración, indicó que los agresores eran antidisturbios que iban con una braga y sin casco, y que no fueron los agentes de seguridad ciudadana, también presentes en el operativo.
SOS Racisme ha presentado un escrito de impugnación al recurso interpuesto por los Mossos, reiterando que, como es lógico, durante la intervención (que duró horas) los agresores se quitaron la braga, por lo que el denunciante afirma que puede reconocer a los agentes que le agredieron.
Este recurso es una nueva estrategia para dilatar el procedimiento que juzga unos hechos que pasaron hace ya casi dos años, aunque ello implique solicitar un absurdo, como es que una rueda de reconocimiento se lleve a cabo con la cara cubierta.
Desde 1999, el Servicio de Atención y Denuncia de SOS Racisme (SAiD) ha recogido 571 casos de racismo policial. En 20 años, sólo se han condenado 4 policías por la vía penal y en ningún caso se ha reconocido la motivación racista. SOS Racisme espera que este caso, con una prueba tan evidente como es la grabación de los hechos, no caiga en el saco de la impunidad y se logre condenar a los perpetradores y cómplices del abuso policial, tanto a nivel judicial como a nivel policial
 

*Foto miniatura de portada: Gemma Tubert, ACN
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La entrada Els sis mossos investigats per una agressió racista al Bages sol·liciten que se’ls practiqui la roda de reconeixement amb la cara coberta se publicó primero en SOS Racisme.

El cap dels Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent i Peña, ha admès recentment als matins de TV3 que existeix un “biaix ètnic” en el camp de les identificacions policials i considera que “s’ha de treballar per corregir-lo” a base de formació i conscienciació. També ha considerat que “és una qüestió que és transversal a totes les policies i que té molt a veure amb els processos migratoris i amb la construcció del que han estat unes societats diverses”. Entendre i normalitzar el racisme policial i la seva violència com a tendència natural i conseqüència de processos migratoris i societats “diverses” és reduir el racisme a una qüestió moral. L’exclusió social la produeix l’Estat i les seves institucions sobre la base d’una jerarquització racial.
Des de la campanya Pareu de parar-me, impulsada per SOS Racisme, s’ha denunciat que la perfilació racial policial és l’element més bàsic del racisme institucional i serveix de porta d’entrada a la majoria d’abusos policials, per la qual cosa des del 2018 la campanya facilitat un llistat de propostes molt clares adreçades als cossos policials per posar fi a les identificacions per perfil racial. Entre elles hi ha la incorporació d’un formulari d’identificació i registre que, d’una banda, obligaria els agents a argumentar sempre el motiu d’una identificació i, de l’altra, permetria elaborar estadístiques per conèixer la dimensió de la discriminació i la taxa d’eficàcia de la tasca policial. Fins al moment, aquesta proposta ha estat rebutjada per tots els cossos policials de Catalunya. Tanmateix, s’implementa des de fa anys en diferents municipis de l’estat espanyol, com per exemple Fuenlabrada.
Més enllà de la formació i conscienciació que es pugui oferir als agents de policia del nostre país, urgeix posar fi a la impunitat policial, activant mecanismes de control i avaluació interna que permetin prevenir i lluitar contra casos com el següent.

Relat d’un cas de violència policial racista i de la lluita per la seva condemna
El cas que s’explica a continuació no és únicament conseqüència de la ideologia racista d’un grup d’agents del cos de Mossos d’Esquadra, sinó que ve determinat pel context de manca de mecanismes de control, impunitat, racisme i corporativisme policial en què els agents treballen.
La tarda del 10 de gener de 2019, en una petita localitat del Bages, en Wubi, un jove de 20 anys, es disposava a sortir de casa, quan a l’edifici on viu s’estava realitzant una intervenció policial per desnonament. En arribar al pàrquing del seu edifici, un grup d’agents dels Mossos van entrar i van demanar-li la documentació. Mentre l’identificaven, un dels agents va preguntar-li amb to burlesc si era el jardiner de l’edifici i, acte seguit, van començar a llençar-li bosses d’escombraries, a empentar-lo, a escopir-lo i a propinar-li cops al cap mentre proferien insults racistes. Va aconseguir fugir. En la seva fugida, un agent va disparar una arma sense tocar-lo. Al cap d’una estona va trucar als seus veïns per avisar-los del que li acabava de passar. Un d’ells va dir-li que en aquell moment els Mossos els estaven registrant. Ràpidament, un dels agents es va posar al telèfon i va amenaçar-lo amb posar-li una “ordre de busca i captura” si no tornava. En Wubi va decidir tornar a l’edifici per no tenir problemes, però va engegar la gravadora del mòbil. Un cop allà els agents van acusar-lo d’haver pegat un policia i van portar-lo cap al pàrquing, on ningú podia veure’ls. El van tirar al terra, el van colpejar amb les botes a les costelles, el van escopir i el van humiliar amb insults i amenaces racistes com ara:
 “Tú eres un mono”,“Otro día que toques a uno de los míos, te hundo la cara aquí, ¿vale?”, “Mírame a la cara, mírame a los ojos. ¿Tú has visto alguna vez al demonio tan cerca? Esto es lo más cerca que vas a ver al demonio”, “¡Hijo de puta!” “Me cago en tu puta madre”, “Kunta”, “He fallado, eh? Si no te reventaba las costillas”, “¿Has escuchado la bala cuando he disparado? ¡Te estoy hablando!”, “Negro de mierda. Hijo de la gran puta”, “negraco de mierda, ¡racista es poco!”, “Sí. Somos ordenados. Correcto”, “Mírame, racistas no, lo siguiente”, “La próxima vez que veas a la policía, corre. Pero intenta irte muy lejos. Vete más lejos de África, ¿sí? ¿Estás de acuerdo?”, “Kunta”, “Aquí de merda ja en tenim prou, només falta que ens mengem la de fora”, “¿Qué pasa? ¿que no te ha quedado la cara bastante clarita todavía?”
A continuació van traslladar-lo a comissaria, on va estar detingut sense rebre cap tipus d’atenció mèdica. Hores més tard, de matinada, un altre grup d’agents va traslladar-lo al Centre Hospitalari Sant Joan de Déu de Manresa, on van fer-li radiografies i proves en presència dels agents. Posteriorment van entregar-li l’informe de les lesions patides.
Arran d’aquesta actuació, els Mossos d’Esquadra van posar-lo a disposició judicial en qualitat de denunciat per un delicte contra la salut pública, instruït al Jutjat número 5 de Manresa, un procediment que ha estat arxivat.
En Wubi i la seva família van denunciar els fets per la via penal i van posar-se en contacte directament amb els Mossos d’Esquadra per demanar explicacions. Els Mossos van accedir a reunir-se i la familia d’en Wubi va demanar a Marilda Sueiras, advocada i tècnica del Servei d’Atenció i Denúncia (SAiD) de SOS Racisme, que els acompanyés en aquesta reunió, on es va personar Josep Codina, Cap de la Comissaria General de Relacions Institucionals, Prevenció i Mediació.
Segons relata Marilda Sueiras: “El comissari Josep Codina es va limitar a escoltar i va assegurar que des dels Mossos d’Esquadra no es podia emprendre cap actuació contra els agents mentre el procediment penal estigués en curs. A hores d’ara, el cas es troba en fase d’instrucció i els agents segueixen treballant al cos i fent vida normal a l’espera de judici”.
Tanmateix, en Wubi assegura que aquella experiència li ha quedat marcada, amb unes conseqüències psicològiques clares: “A pesar que me han pasado muchas situaciones de estas, ese día a mí me quedó marcado y a veces me cuesta mucho hablarlo. Aunque es una cosa que poco a poco voy superando, es algo que siempre va a estar allí en el recuerdo”.
Des del 1999, el SAiD ha recollit 571 casos de racisme policial. En 20 anys, només s’han condemnat 4 policies per la via penal i en cap cas s’ha reconegut el racisme. Esperem que aquest cas, amb una prova tan evident com és la gravació dels fets, no caigui al sac de la impunitat i s’aconsegueixi condemnar els perpetradors i còmplices de l’abús policial, tant a nivell judicial com a nivell policial.
Ves al video on Wubi relata les conseqüències de l’abús policial sofert.

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La Patri va acompanyar el revisor a la comissaria de policia local perquè els agents comprovessin si la targeta funcionava, però no la van deixar entrar a la sala

A la mateixa estació de Sils hi ha una comissaria de policia local. La Patri va acompanyar el revisor perquè els agents comprovessin si la targeta funcionava, però no la van deixar entrar a la sala. Es va quedar sola, esperant a fora. Quan els agents tornaren, li van posar una multa per alteració de l’ordre públic i, a sobre, no van retornar-li el bitllet requisat: una T-10 a la que encara li quedaven set viatges.
Va marxar cap a casa molt enfadada, sense bitllet i remugant entre dents: “això no quedarà així”. L’endemà va contactar amb l’Agència Catalana del Consum de la Generalitat, per tal que comprovessin que, efectivament, la targeta havia estat utilitzada aquell dia a l’hora indicada i sí que funcionava.
Dies més tard també va presentar una queixa a Renfe amb totes les proves, reclamant el bitllet i la sanció del revisor en qüestió per racisme i maltractament. Un any abans, ja havia denunciat una discriminació similar per part del mateix revisor, de la que mai no va obtenir resposta de la companyia ferroviària.
Per assegurar-se que aquesta vegada la queixa a Renfe tingués conseqüències, va decidir contactar amb el Servei d’Atenció i Denúncia (SAiD) de SOS Racisme. “La injustícia m’enerva, però és cert que a vegades no disposo de prou poder per a arribar fins al final i trobar justícia, així que estic orgullosa tant d’haver denunciat com d’haver demanat suport”.

La Patri està farta de veure el tracte que reben les persones africanes als trens que circulen per Girona: revisors i agents de seguretat privada persegueixen les persones negres als vagons, a les andanes i als vestíbuls de les estacions

La Patri està farta de veure el tracte que reben les persones africanes als trens que circulen per Girona: revisors i agents de seguretat privada persegueixen les persones negres als trens, a les andanes i als vestíbuls de les estacions. Hi ha un vagó on solen pujar tots els africans junts. La Patri ha vist mil vegades com van directament a controlar-los a ells: els revisors els treuen del tren i els de seguretat els registren a l’estació. I tant se val si han pagat el bitllet! “És sistemàtic, els persegueixen o, més ben dit, ens persegueixen, i si ningú no diu res, sembla que això no passi. Tan difícil és d’entendre per un revisor que, si vol demanar bitllets, ha de demanar-los a tothom per igual?”.
El racisme a Catalunya no s’exerceix només contra un poble concret. “Avui li toca a un i demà li tocarà a l’altre”, assegura la Patri. “I la gent encara pensa, i diu en veu alta, que aquí no passa res, que no hi ha racisme, que ens ho inventem tot. Doncs no, senyores i senyors, el racisme existeix! I espero que la meva denúncia contribueixi a visibilitzar aquestes situacions, per tal que es reconeguin i es treballi per acabar amb aquesta realitat”. I afegeix: “Fa vint anys que visc aquí i ara veig com els meus fills van creixent, i em fa por, perquè s’ho trobaran. Espero que les coses canviïn abans que es facin grans”.
La racialització i la criminalització són processos que es donen a tots els nivells, dins i fora les institucions: a vegades a través de mecanismes visibles i explícits, com l’exemple que acabem de narrar; altres vegades amb lleis i protocols més difícils de detectar. No podem oblidar que tot aquest control injustificat, tot aquest maltractament psicològic, té un cost individual, sí, però també cost social, sobretot en termes de cohesió i convivència. Ho parem ja?

Text: Mònica López Mas

Il·lustració: Baruc López

*Aquest text forma part de #RelatsReals, una iniciativa de SOS Racisme que la ‘Directa’  acull en la seva edició web. El seu objectiu és informar i sensibilitzar a través de la difusió de casos atesos pel Servei d’Atenció i Denúncia (SAiD) de SOS Racisme Catalunya. S’utilitzen noms falsos per mantenir l’anonimat de la persona agredida, però és l’única dada fictícia. Tots els fets que s’hi narren són reals.

La entrada #RELATSREALS Identificació per perfil ètnic als trens de Girona se publicó primero en SOS Racisme.

Y sobre esta base comienza una instrucción vergonzosa que pone en tela de juicio el trabajo del Ministerio Fiscal y los jueces de instrucción, quienes en lugar de velar por el cumplimiento de los principios y garantías del sistema penal, se limitan a dar por válidas las conclusiones de un informe policial, sin ni siquiera leerse el propio informe.

Esta es la única razón que explicaría que un informe policial, ridículo, en el que se destacan hechos como que los investigados entran en su casa con sus propias llaves, tiran la basura, van al banco y al locutorio, van a hacer la compra, se dedican a la venta ambulante y hablan en su idioma con sus compañeros de trabajo, concluya sin ninguna prueba, lo siguiente:

• ‘La persona que va al banco va a ingresar grandes cantidades de dinero’ (porque… ¡entra con una riñonera abultada! ni siquiera investigaron sus cuentas, o qué iba a hacer realmente al banco);
• ‘Quien habla, en una ocasión, con el resto de vendedores ambulantes, en su idioma, es el líder’ (aunque no saben ni qué dice…);
• ‘Se dedican a la fábrica de productos’ (a pesar de que no investigaron ni dónde ni en qué condiciones adquirían los productos, y de que en su domicilio no se encontró ninguna herramienta para fabricar, o mercancía no fabricada);
• ‘El domicilio es uno de los mayores centros de venta al por mayor de Barcelona, ya que descargan camiones y hay un constante trasiego de gente’ (afirmación directamente falsa, ya que no hay ni una sola imagen en la que se vea transportista alguno, o gente distinta a la que vivía en el domicilio investigado).

¿Por qué consideramos vergonzosa esta instrucción?
Porque a pesar de lo expuesto, sobre la base de este informe policial en el que las conclusiones son plenamente inventadas, basadas en meras conjeturas e incluso mentiras, cuatro personas llegaron a pasar 10 días en prisión provisional, y más de dos años privadas de poder viajar a su país, con su pasaporte retenido y teniendo que ir cada 15 días a firmar a juzgados, enfrentándose a penas de hasta 5 años de prisión, e incluso de expulsión (a pesar de llevar viviendo y trabajando en España desde hace más de 12 años). Mal está que la policía elabore un informe tendencioso, pero que el Ministerio Fiscal, en connivencia con los jueces instructores, ignore los principios básicos del Derecho penal, y paralice la vida de siete personas sin prueba alguna, es sencillamente aberrante.
Y esta apreciación no solo la sustentó la defensa de cinco de los imputados a lo largo de todo el procedimiento, sino que fue apreciada por el Tribunal sentenciador, quien recoge en su fallo la mayoría de los argumentos aportados por los letrados de la defensa, y entiende que de la instrucción no se desprende prueba alguna de que los imputados hubieran cometido los delitos que se les imputaban –fábrica y venta al por mayor de productos falsificados- y en menor medida que se tratase de una organización criminal, por lo que les absolvió de todos los delitos por los que la acusación había pedido condena.
Sin embargo, el Tribunal que inicialmente parecía reconocer el despropósito y la criminalización a la que se habían visto sometidos los imputados, acaba condenando a cinco de ellos por un delito de venta ambulante ocasional, ignorando a nuestro entender el principio acusatorio.
El Ministerio Fiscal hizo tan mal trabajo, que fundamentó su acusación en pruebas falsas, inexistentes, y ni siquiera supo reconocerlo y enmendarlo en su informe final, en el que pudo haber modificado sus conclusiones y solicitar la condena por venta ambulante. No lo hizo, pero tampoco tuvo mayor repercusión, ya que el Tribunal sentenciador, contraviniendo las normas penales, ya hizo el trabajo por él, y condenó por el delito que consideró conveniente, a pesar de que este delito no fue ni siquiera mencionado por las acusaciones.
En mi opinión, no se dictó una sentencia absolutoria por pura cobardía. Constantemente los jueces archivan causas en las que a los políticos corruptos les prescriben los delitos, o absuelven a otros porque ‘no hay pruebas’ del dinero con el que se pagaron sus trajes, o siguen sin saber quién es ‘M.Rajoy’. Y no les da ninguna vergüenza ni reparo. Sin embargo, cuando se trata de absolver a 7 personas pobres, negras, que dedican a la venta ambulante para sobrevivir, entonces no se puede.
No importa que la policía y el Ministerio Fiscal no hagan bien su trabajo, y que estas personas hayan estado privadas de sus derechos sin motivo alguno. En su caso una absolución total, incluso siendo justa, no se concibe, y por ello se les condena por un delito que nadie solicita.
 
 

La entrada ‘CASO CALABRIA’: Valoración crítica del proceso penal se publicó primero en SOS Racisme.

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