Crida a favor d’una política d’acollida de migrants, solicitants d’asil i persones refugiades.
Se estima que más de 20.000 personas han muerto en las fronteras europeas en los últimos veinte años, de ellas casi 2.000 en el Mediterráneo desde comienzos de 2015. Los Estados miembros de la Unión Europea trataran de la repetición de estos dramas en el Consejo Europeo a celebrar el 25 y 26 de junio.
Nuestras organizaciones no aceptan que las instituciones de la Unión Europea no den prioridad al salvamento de vidas. Por el contrario, la UE y sus Estados miembros se han puesto de acuerdo sin dificultad para reforzar el arsenal securitario que, sin embargo, es en gran parte responsable de estos dramas y han añadido a las atribuciones de la agencia Frontex la posibilidad de una intervención armada. Este proyecto es muy criticado por la ONU y algunos Estados del sur del Mediterráneo, entre ellos Libia.
Frente a este rechazo de la realidad migratoria y a la repetida negación de los principios fundacionales de la Unión Europea, nuestras organizaciones han decidido actuar para exhortar a los dirigentes europeos a poner en práctica otra política, acorde con los Derechos Humanos, con el respeto a la vida y a la dignidad humana. Llaman a la sociedad civil a movilizarse en este empeño. Ante la urgencia de la situación, exigen que se haga todo lo necesario para proteger a las personas obligadas a arriesgar su vida para alcanzar un lugar seguro y para hacer valer su derecho a la movilidad.
Por ello, y sin demora, nuestras organizaciones piden a la Unión Europea y a sus Estados miembros la puesta en práctica de las siguientes medidas:
- Organizar una verdadera operación de salvamento marítimo, que cuente con los medios necesarios y llevada a cabo por el conjunto de Estados miembros para prevenir los naufragios y asistir eficazmente a cualquier persona en peligro. Frontex, aun triplicando sus medios y la extensión de su zona de intervención, sigue siendo una agencia de seguridad.
- Poner en pie un mecanismo amplio y real de acogida de personas migrantes y solicitantes de asilo y de protección de refugiados/as en base a la solidaridad entre los Estados miembros que garantice la libre elección del país de asilo.
- Abrir vías de acceso legal y seguro para migrantes y solicitantes de asilo y suprimir inmediatamente las visas de tránsito impuestas a numerosas personas que huyen de países en guerra, como Siria.
- Activar sin demora el dispositivo previsto por la Directiva 2001/55/CE relativa a normas mínimas para la concesión de protección temporal en caso de afluencia masiva de personas desplazadas, por ejemplo de Siria o Eritrea.
- Rechazar y/o suspender toda cooperación en materia de migración con los Estados de origen y de tránsito hacia Europa que no respetan las libertades y derechos humanos.
La Comisión Europea y el Consejo de la UE han propuesto el uso de la fuerza armada contra traficantes y pasadores de fronteras. Nuestras organizaciones consideran que el recurso a la fuerza es desproporcionado y peligroso para las personas migrantes y solicitantes de asilo, atrapadas así entre dos fuegos.
A fin de que la Unión Europea actúe inmediatamente poniendo en práctica soluciones de urgencia a favor de las personas que buscan protección, nuestras organizaciones llaman, en el marco de la campaña que llevan a cabo en toda Europa en vísperas del 25 de junio, fecha del próximo Consejo Europeo, a cada cual a sostener y difundir ampliamente este llamamiento y a adoptar todo tipo de iniciativas para organizar y amplificar las movilizaciones.
Porque es falso pretender que no hay más que una única política posible, nuestras organizaciones exigen insistentemente al Consejo Europeo una entrevista, de cara a que se oiga una voz alternativa.
Nuestras organizaciones estarán presentes en Bruselas los próximos 25 y 26 de junio para recordar al Consejo Europeo su responsabilidad en la defensa de los derechos fundamentales de las personas. El 24 de junio celebrarán una rueda de prensa con la presencia de las organizaciones firmantes de este llamamiento.
Manifest en PDF: Puentes, no armas!
